¿Quién no ha padecido alguna vez cervicalgia? ¿Es acaso normal sufrir dolores en el cuello? La respuesta es claramente NO. El dolor es la forma en la que el cuerpo expresa su “descontento”, si éste se hace presente es porque algo no va bien.
Muchas veces podemos ser conscientes de lo que nos ha causado ese dolor, como por ejemplo después de un accidente de coche (lo que conocemos como un esguince o latigazo cervical), vicios posturales como atender constantemente llamadas sujetando el teléfono entre el hombro y cabeza entre otros. Pero en ocasiones no tenemos tan claro que es lo que puede estar causándolo y buscamos una solución que no siempre funciona: esperar a que se pase. Este remedio puede provocar que, a causa del malestar, adoptemos posturas cómodas para nosotros pero no por ello correctas, de modo que aumentemos las probabilidades de sufrir un problema mayor. Otras veces podemos pensar que el problema cervical ha pasado, pero ahora viene otra cosa: me duele la cabeza, me mareo, noto algo raro en el brazo etc, sin darnos cuenta de la relación tan estrecha que existe entre estos síntomas. |
Nuestros músculos pueden ser los causantes de esta situación, cuando nos encontramos con una contractura de la musculatura de la zona, por ejemplo cuando sufrimos un torticolis a causa de un espasmo del esternocleidomastoideo,que genera también una limitación de la movilidad . Pueden aparecer también los llamados puntos gatillo miofasciales, que son puntos de la musculatura que cuando se “activan” pueden “mandar” un estimulo doloroso a otra zona cercana o alejada de éste. Esto suele producirse por malas posturas durante las horas de trabajo o de ocio, o por gestos bruscos o repetitivos de los que muchas veces no somos conscientes.
El ejercicio físico puede ayudarnos a tonificar la musculatura del cuello, preparándolo para superar las dificultades a las que le sometemos día tras día, especialmente por nuestra postura. Mas algo que solemos olvidar es la importancia de los estiramientos. Muchos deportistas vienen a nuestras consultas y nos cuentan las horas que entrenan a la semana, las cosas que hacen, el estrés al que someten al cuerpo...pero cuando preguntamos por los estiramientos que realizan, de forma general confiesan que estiran al principio del entrenamiento y después del mismo poco o nada. Y no sólo eso, sino que en un alto porcentaje ni siquiera se plantean estirar el cuello. Evidentemente si esto ocurre en deportistas que tienen en alta estima el cuidado de su cuerpo, qué no ocurrirá con los que llevan una vida sedentaria. En otra ocasión procuraré explayarme un poco más en el tema “estiramientos”, de modo que dejo únicamente estas pinceladas.
Por otra parte podemos encontrarnos con lesiones discales (hernias o protrusiones), osteofitos (picos de hueso) cuya sintomatología es un poco diferente, y puede ir asociada a la irradiación del dolor u hormigueo hacia el brazo. Esto se debe a que los nervios que mandan (y reciben) información del brazo nacen de la región cervical (C5-T1) por lo que, si hay algún obstáculo en su salida el mensaje enviado puede ser erróneo provocando ese dolor, o disminución de la fuerza etc. En cualquier caso no debemos olvidar que necesitamos un buen diagnóstico, ya que no todo dolor que implique al cuello y al brazo tiene que ser a causa de una hernia, por ejemplo. |
Lo mismo ocurre con los mensajes que envían nuestras vísceras. Es muy frecuente escuchar que cuando duele el brazo izquierdo puede ser un síntoma de infarto de miocardio. Pues bien, no sólo el corazón tiene una zona de dolor característica, sino que cada víscera puede mandar información dolorosa a determinadas zonas, más o menos delimitadas, cuando no pueden trabajar al 100% de sus posibilidades, por ejemplo por una mala alimentación o por la ingesta sustancias “toxicas” como medicamentos, drogas o alcohol, o por lesiones del órgano como cirugías o infecciones previas. Un ejemplo es el estómago, aunque los pulmones, el corazón o el hígado puede mandar también dolor hacia la región cervical. Este tipo de dolor lo denominamos dolor referido.
Como podéis ver el termino cervicalgia es muy global; simplemente nos especifica que existe dolor en esa zona, pero no por qué duele. Es necesario comentar a nuestro fisioterapeuta que cambios ha habido en nuestro historial clínico, si estamos tomando una medicación nueva, si hemos sufrido algún tipo de infección o intervención quirúrgica, ya que todo ello nos ayuda a encontrar más rápido la causa y poner a vuestra disposición el remedio que pueda haceros la vida un poquito más fácil.
Las fotos de los punto gatillo y dolor referido pertenecen a unas paginas muy interasantes, pinchad si os interesa saber mas!!
Las fotos de los punto gatillo y dolor referido pertenecen a unas paginas muy interasantes, pinchad si os interesa saber mas!!